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Hola, si es la primera vez que entras en mi blog, quiero comentarte que estamos contando una historia biográfica y por lo tanto, debes comenzar a leer por el artículo más antiguo. De lo contrario, la historia no tendrá sentido. Gracias por seguirnos.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

CON LO BIEN QUE ESTABA... !!

¿Porqué los buenos momentos pasan tan rápido?
Fue una fiesta mágica, mi niña se divirtió muchísimo aunque su timidez estaba presente.Y para mi fue un día muy especial, había podido cumplir uno de mis sueños, bautizar a mi niña.


Yo siempre me he sentido muy querida por la familia de mi marido, tanto por los que viven en Andújar como los que están en Mallorca. Los conocí con tan solo dieciséis años, en unos momentos muy duros para toda la familia. Se que para ellos fue muy especial que mi niña fuese bautiza en el Santuario y reunirnos todos juntos. Les quiero dar las gracias por acogerme dentro de su círculo, siempre me he sentido uno de ellos aunque mis apellidos no sean los mismos. Sois mi familia. 

El sábado nos tocó descanso porque el Domingo nos íbamos de boda... Esta vez Silvia y Andrés eran los protagonistas principales, aunque Elena participó en ese momento, fue su dama llevando los anillos.
Cuando ellos me comentaron que mi niña iba a protagonizar ese papel me puse muy contenta. De nuevo participaba en un momento especial. ¡Todos la querían tanto! 

Vestida de princesa, como le gustaba a ella. ¡Nos íbamos de boda!



El cielo despejado, el sol radiante... y Andrés en la puerta de la iglesia esperando a la novia. Con su elegante traje de frac y complementos rojo pasión... nervioso y emocionado.  Apareció un bonito coche y al bajar de él todos contemplábamos el momento, 
ella salió con rostro feliz, ¡que guapa y a la vez que sencilla iba! En la mano unos lirios resaltaban su vestido color crema.
Los invitados entraron en la iglesia para contemplar el paseo hasta el altar. 
Primero el novio con su madre esperando a su futura esposa en el altar... a continuación  mi niña, con un vestidito rosa y su cestita con los anillos... detrás la novia radiante cogida del brazo de su padre, los dos con cara de emoción y para terminar la madre de la novia y su consuegro.



¡Qué emoción! Me acordaba de cuando yo me casé fue un día tan feliz y divertido. Y ver a mi niña tan radiante... no pude evitar que alguna lágrima cayera. 




Después de la misa, hubo un gran banquete con familiares y amigos. No falto ningún detalle. ¡Nos lo pasamos bomba!

Todo salió estupendamente, otro día para recordar. Había sido un fin de semana más que intenso. Pero los momentos buenos llegan a su fin. Al día siguiente nos despedimos de nuestra hermosa familia andujeña para coger rumbo a Mallorca. El camino iba a ser largo hasta llegar a Valencia y luego nos esperaba unas cuantas horas más de barco. Fue un día entero de viaje para regresar a nuestro hogar, pero mereció la pena. Para algunos de nuestros familiares fue la última vez que vieron a Elena, se despidieron de ella sin saberlo. 
¡Qué pena! Todo había terminado. Tantos preparativos y en solo unos días había finalizado.

La despedida fue emotiva, habíamos pasado unos días estupendos pero teníamos que regresar a la rutina. Juanjo al trabajo y yo a cuidar y mimar de nuestra pequeña.

Después de casi 24 horas llegábamos a nuestra casita. 

A los pocos días, Elena empezó a enfermar. La fiebre y la dificultad respiratoria nos obligó a ingresar en Son Dureta. Le tuvieron que poner gafitas con oxígeno ya que la saturación estaba baja. Empezaron con antibióticos y aerosoles para ayudar a su mejoría. Las sospechas que el Epsten-Barr estaba haciendo de las suyas volvieron de nuevo. El dichoso virus estaba dentro del cuerpo de nuestra pequeña y estaba provocando una neumonía. Aunque gracias a la eficacia de todos no fue más que un aviso.
Los médicos de Mallorca se pusieron en contacto con los de Madrid, ellos nunca tuvieron problemas en tratar conjuntamente a nuestra pequeña. Y seguir las pautas señaladas por nuestros médicos de "La Paz".
El cariño con las enfermeras de Son Dureta iba creciendo, porque este ingreso duró quince días. Nos fuimos cogiendo mucho cariño, les tengo mucho que agradecer también. 
La vida en el hospital es muy dura pero si tienes gente a tu alrededor que te mima, te trata bien... es mucho más llevadera y confortable. Nosotros fuimos unos privilegiados en topar con gente maravillosa tanto en un hospital como en el otro.

Ya estábamos a 31 de Mayo, y por fin después de tantos días nos dieron el alta médica. A partir de ese ingreso nuestra pequeña no levantaba cabeza aunque ella nunca se quejaba, el deterioro iba por dentro. 

Empezaba el calor... nuestro mar azul "la piscina" estaba allí esperándonos. Sin hickman sin ileostomia, ¡qué libertad! podía nadar sin preocuparnos. 
Pero sus contínuas recaídas impidieron que Elena disfrutase de un lindo verano.



Tan solo habían pasado tres días cuando Elena empezó con una diarrea aguda, teniéndonos que marchar corriendo para Madrid. Los médicos sospechaban un rechazo fulminante, le hicieron una biopsia urgente... y los resultados dieron negativo, su intestino estaba correctamente. Era el maldito virus el que estaba provocando este desastre. Nuestra niña estaba deshidratada por tantas heces líquidas, le administraban por vía intravenosa suero continuamente para reponer las pérdidas. Su alimentación fue suspendida hasta su mejoría. Ese intestino tenía que reposar.
Nuestro médicos perdían los papeles... ¿qué estaba pasando?  
En el cultivo de heces dio positivo en rotavirus, y sus riñones no funcionaban correctamente.
Antibiótico a tope... para el Epsten-Barr, el rotavirus, para la fibre, para la infección en el riñón... mi niña estaba por los suelos de tanta medicación. 

Apenas tenía ganas de jugar y Juanjo se acercó hasta La Vaguada a comprar algo que la animase. Y encontró un juego que era de una hamburguesa, este juego se hizo famoso en la planta. Era muy divertido y además nosotros lo hacíamos todavía más porque inventamos una canción mientras jugábamos. ¡Qué poquito le bastaba para volver a sonreir! 

Elena estaba mejorando lentamente. 
En la Pajerera, el parque del hospital, había una fiesta de disfraces. Nosotros pedimos permiso para ir y nos lo concedieron.
Entre mi niña y yo preparamos un bonito disfraz de hada madrina. Le pinté los ojos y los labios y con papá bajamos a la fiesta, así desconectaríamos de tanta tensión para divertirnos y reírnos un ratito.



Durante este largo ingreso que duro un mes y cinco días, de repente el ganglio izquierdo empezó a inflamarse. Con la sospecha que era un tumor la operaron de urgencia. Pero el resultado de la biopsia dio negativo. ¡Qué suerte tuvimos esa vez! 
El cuerpecito de nuestra pequeña estaba diciendo basta... no puedo seguir más... necesito descansar... no puedo luchar durante más tiempo. Él y ella lucharon hasta el 25 de septiembre hasta que los dos descansaron para siempre.

Pero la vida es tan dura e injusta que para llegar ese día nos esperaba un largo camino de sufrimiento sin saberlo.

Durante unas semanas Elena tuvo un pequeña parálisis facial por culpa de la extirpación del ganglio. Su boquita cuando sonreía se torcía un poco, pero aun así ¡qué preciosa estaba mi niña! 



Se encontraba mucho mejor para salir de paseo, y decidimos acercarnos hasta el parque tan famoso que siempre os relato, es un paseo tan bonito y relajante, lleno de altos árboles y lindas flores, donde puedes respirar aire puro. 




Era 10 de Julio, casi mitad de verano. Y regresábamos a casa,
para Elena y nosotros este ingreso fue difícil de llevar, fuera de casa y de nuestra familia. Cuando desconectas de este mundo hospitalario y tienes que regresar de nuevo, es difícil de asimilar. Máquinas y analíticas constantemente, dormir fuera de casa y yo además en el hospital con Elena y Juanjo en la casa de Madrid. Un descontrol... pero sabíamos que para nuestra pequeña era lo mejor.


Nos vemos la próxima semana con el amargo desenlace de nuestra historia. No se si tendré el valor de contar algunos detalles. Me queda este último spring para cerrar de nuevo unos recuerdos que hacía años que estaban aparcados en mis pensamientos. 
Ha sido bonito recordar los momentos alegres pero muy triste los momentos complicados.
Pero creo que aunque lo he pasado muy mal algunas semanas escribiendo me satisface saber que ahora hay más gente que la conoce y la quiere. 

Nunca te olvidaremos... Te queremos hasta el infinito. 

4 comentarios:

  1. Hola soy Inma, aunque no he comentado ultimamente he seguido leyendo todas las semanas la vida de la niña de los dalmatas, tu niña.. Triste final se acerca para una luchadora incansable.
    Un saludo.

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    1. Hola Inma, me imaginaba que no me dejarías. Gracias por seguir leyendonos. un bs

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  2. Mis respetos para ti eres una gran mujer. Siento como si te conocierá y escribes muy bonito le tengo mucho cariño a este blog

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    1. Muchas gracias por compartir con nosotras esta vivencia. Te espero la próxima semana. un bs

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